SAMI Y LA DEJADEZ HUMANA...

Cuando la dejadez humana se convierte en un caso que afecta a alguien que no tiene voz para defenderse es cuando me indigno, cuando esa dejadez me llega en forma de ser vivo es cuando me indigno, cuando la dejadez que tengo entre las manos tiene vida y nombre propio no puedo por más que ponerle remedio... 

Entre mis manos, hoy he sentido por primera vez la dejadez del ser humano, entre mis manos... ha sido un sentimiento tan profundo que no podía creer lo que mis retinas estaban recibiendo, creía que era información colapsada, recepción "a modo de canal+" sin codificar...

Hoy os quiero contar la historia de Sami, una rasta uniforme y llena de mierda (perdón) que respiraba, de vez en cuando andaba e incluso se podía apreciar por un resquicio como me miraba. 

Cuando Sami llegó a mi rincón petzuñero esta mañana no sabía que me encontraría debajo de tal volumen de porquería... Lo primero que me salió fue hablar seriamente con la dueña y explicarle educadamente que la joya viva que traía paseando por la calle era una fuente de infección, peligro para el animalito y peligro de salud para los propios humanos. 

A eso de las 15h hemos empezado a mirar como atajar el problema que teníamos por delante, poco a poco y con muuuuuuuuuuuuuuuucha paciencia hemos conseguido ir quitando las capas de suciedad, pinchos, residuos extraños no identificados, nidos de golondrinos, gamusinos, sacos de patatas, ovnis y un sin fin de cosas indescriptibles que este pobre animal llevaba a cuestas desde hace ni se sabe. El lado positivo es que no tenía ningún tipo de infección en la piel ni parásitos, cosa que nos ha sorprendido gratamente.

Allí en la lejanía se dejaba ver el principio de unos ojos redondos y saltones, una lengua sonrosada, una trufa negra y chata. Allí se observaba poco a poco unas uñitas de color negro azabache y unos espolones con veteados blancos... Tras unas horas de incansable movimiento de tijera, de insistente peladora lo metimos a bañar, un baño relajante, con burbuja y olor a limpio, un baño para descubrir al minúsculo cuerpo...

El suplicio continuaría un par de horas más, nos quedaba la peor parte, esa carita redonda que debería ser blanca y que se pintaba más oscura que la noche... 

Rondaban las 19:30h cuando pudimos entregar a Sami siendo el perro que debería ser. Antes de ello, tocó charla esta vez con el dueño, advirtiendo y dejando claro todo lo que pensaba al respecto, avisando que si me volvía a traer al perro así no entraría por la puerta. Soy clara, contundente y caigo como un mazo sobre la conciencia de quien sea.

Dicho todo esto solo puedo pensar en mi pequeño blog petzuñero, ¿somos conscientes de que tenemos seres vivos entre las manos?, ¿somos conscientes de que ellos confían en nosotros?, ¿somos conscientes de que tienen necesidades y cuidados?... por favor, se llama TENENCIA RESPONSABLE DE ANIMALES DE COMPAÑÍA. Si no sabes cuidarlos NO LOS TENGAS. 

Os dejo el enlace de una guía interesante sobre este tema, os recomiendo que la leáis  Guía de tenencia responsable 

Hoy era necesario dejar constancia de la dejadez humana, era necesario destacar a Sami, hoy era necesario dedicarle esta entrada, hoy era necesario elevarle a la importancia que como tal se merece... Sami el gran perrete que hay en él...