FLOTEMOS...
El agua, elemento que purifica, da vida y la quita... líquido a veces estable, pausado y liviano según la cantidad que lleves encima. Estado acuoso que te envuelve, te hace ligero y limpia... Agua que da forma tallándote a su antojo, amiga imprescindible del viento que genera formas imposibles... Agua esa que fluye y se cuela por el pequeño agujero, que por despiste, dejas sin tapar... esa que "domándola" (no te equivoques) cuando ella lo decide nos hace salir a flote...
Muchas veces en mi vida me visto con el agua al cuello, nunca ha sido fácil conseguir lo que quería, me ha costado esfuerzo, sudor y lágrimas (curioso, otra vez el agua)...
Cierto es que cuando se consigue eso por lo que has luchado tanto, el sabor de boca que se te queda es tan gratificante que te llena por completo, pero hasta que llega esa saliva (de nuevo el agua)...
Desde que comencé mi aventura petzuñera he pasado por muchos estados, todos ellos me van enseñando cosas y me aportan un aprendizaje independientemente de si son buenos o malos. El caso es que están ahí y con ellos evoluciona mi vida en general.
He sentido decepciones (y las que me quedan) que me hacen más fuerte, he sentido satisfacción y alegría (y espero que sean muchas más) con las que cojo impulso y energía, he sentido miedo (y le plantado cara para que venga menos altanero la próxima vez) que ha hecho tambalearme y ser consciente de que tengo que buscar una solución, pero quizás lo que peor llevo es cuando me viene la angustia y la ansiedad (presente casi siempre) y con las que tengo que lidiar a diario, mantenerlas a raya y hablar con ellas seriamente, cara a cara, mostrando mi flaqueza, tocar fondo, para después contraatacar con mi avance firme algo tembloroso pero firme. Sensación de ahogo que se engancha en la garganta y retuerce tus cuerdas vocales hasta el punto de querer hablar y ver como tu voz se vuelve un susurro... notar como los lagrimales se vuelven su refugio y sin poder evitarlo... aparece el agua de nuevo...
Me puede el esfuerzo, el sobre esfuerzo, el calentamiento mental, el agotamiento y sentir profundamente que aunque hago todo lo que puedo me es imposible hacer más, y me vuelvo a repetir "Marie, siempre se puede hacer más", porque me niego a caer de nuevo, porque me es necesario salir a flote y porque se que puedo con ello, pero cuesta tanto... Una vez más me veo intentando ser, imponiéndome ser la persona que flote y no la que se ahogue...
De nuevo hago malabares para poder quitarme eso innecesario, ajustando velas, reestructurando mi vida para poder seguir...
Los cambios cuestan pero son necesarios por mucho que duelan, por mucho que sientas que has fracasado, que un pedazo dentro de ti se resquebraja a tiras largas y profundas... en el fondo sabes que simplemente es cuestión de perspectiva y me autoconvenzo de ello sobre todo por salud mental...
Llevo un par de meses frenéticos, empecé a trabajar los fines de semana en otro sitio para ingresar dinero extra, tras el agotamiento NO llega la calma porque ves como las facturas se comen todo ese esfuerzo y sigues sin cubrir todos los gastos... ¿primera conclusión?, ya no puedo más. ¿Segunda conclusión?, algo se queda sin pagar. ¿Tercera conclusión?, esta es la buena que es la vencida, respiro, calma y paso a paso que alguna solución habrá... y poco a poco esas amigas que me acompañan a diario van pasando de largo a tomarse el café de media tarde a otro sitio, esperando volver a por un azucarillo extra y después de haberme hecho pasar ese mal trago (otra vez sale a la luz el agua...) desaparecen hasta nuevo aviso.
Y no me avergüenza reconocer que gracias a mis amigos (los de verdad) y mi familia puedo seguir adelante, me prestan dinero, me endeudo con ellos porque el banco pasa de mi culo (veremos a ver cuando las cajas sean fructíferas), me dan de comer, sí, ha habido meses que me han dado de comer, y me aportan trabajo con el que conseguir dinero extra pese a mi agotamiento físico, me dan apoyo y cobijo interior reconfortante, algo tan imprescindible, tan importante y necesario que todo ser humano se merece...
No me da vergüenza decirlo, me siento orgullosa de tenerlos porque sino la cosa estaría muy muy jodida... y sigo con la cabeza alta porque no tengo nada de lo que avergonzarme, todos necesitamos ayuda... Todos necesitamos ser la persona del vaso de la derecha...
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